La firma suiza Jaeger-LeCoultre presenta este año tres nuevos relojes que se incorporan a su colección Duomètre. Se trata de los modelos Spherotourbillon, Chronographe y Quantième Lunaire.
Por un lado, el increíble Jaeger-LeCoultre Duomètre Sphérotourbillon demuestra que es posible asociar elevadísimas prestaciones técnicas con una estética discreta y una complicación relojera muy expresiva. Este espectacular tourbillon integra todas las innovaciones que permitieron a Jaeger-LeCoultre ganar con gran mérito el primer concurso de cronometría del siglo XXI. La jaula, elaborada en una sola pieza a partir de un bloque de titanio, conjuga ligereza y máxima precisión.
Por su parte, el Duomètre Chronographe es el primer modelo de la colección con la función cronógrafo. En su interior cuenta con el Calibre Jaeger-LeCoultre 380, cuya principal ventaja es indicar la hora con la precisión de un cronómetro. Es a la vez el primer cronógrafo de pulsera que funciona sin necesidad de un embrague para asegurar las funciones de arranque y parada en la medición del tiempo. Un único pulsador asegura la perfecta sincronización de los cinco contadores del cronógrafo.
Por último se encuentra el Duomètre Quantième Lunaire, un refinado modelo con una elegante esfera fácil de leer. Las horas, los minutos, los segundos, la fecha y las fases de la luna hacen que el Duomètre Quantième Lunaire parezca una pieza de relojería clásica. Sin embargo, en el interior de la caja habita el Calibre 381, un prodigioso movimiento dotado de una exactitud sin precedentes y basado en el concepto Dual-Wing.