La empresa relojera IWC elige dar un gran paso para poder brindar más a sus clientes. Esta vez, en las afueras de Schaffhausen, la compañía creada en 1868 inauguró un nuevo edificio en Merishausertal para mejorar su producción.
“El nuevo centro de trabajo es ideal para que nuestros artesanos se sientan verdaderamente cómodos a la hora de crear esos relojes únicos” afirma Georges Kern, CEO de IWC. Kern agrega que comprar y equipar el nuevo edificio de 20.000 metros cuadrados será una inversión de 40 millones de francos suizos.
Se estima que a fines de octubre del próximo año esta nueva sede proporcionará puestos de trabajo para 250 empleados, aunque la capacidad del edificio permita que 400 hombres y mujeres trabajen cómodamente.
Pero no es la primera vez que IWC amplía sus lujosos talleres, en el año 2005 y en el 2008 sumaron los anexos este y oeste, predios que hoy contemplan cerca de 800 empleados. De esta manera la firma se convierte en uno de los empleadores más importantes de la región.